miércoles, 12 de marzo de 2014

Ciudadano Kane

Ciudadano Kane

Ciudadano Kane
CitizenKaneTrailer.jpg
Logo de la película Citizen Kane.
TítuloCiudadano Kane (España)

Ficha técnica
Dirección
Ayudante de direcciónEdward Donahue
Fred Fleck
Dirección artísticaVan Nest Polglase
ProducciónOrson Welles
George Schaefer
GuionHerman J. Mankiewicz
Orson Welles
MúsicaBernard Herrmann
SonidoBailey Fesler
James G. Stewart
MaquillajeMaurice Seiderman2 3
FotografíaGregg Toland
MontajeRobert Wise
EscenografíaDarrell Silvera
VestuarioEdward Stevenson
Efectos especialesVernon L. Walker
ProtagonistasOrson Welles
Joseph Cotten
Everett Sloane
George Coulouris
Dorothy Comingore
Ray Collins
Ciudadano Kane es una película estadounidense de 1941 dirigida, escrita, producida y protagonizada por Orson Welles. Está considerada como una de las obras maestras de la historia del cine, siendo particularmente alabada por su innovación en la música, la fotografía y la estructura narrativa.
La historia examina la vida y el legado de Charles Foster Kane, un personaje interpretado por Welles y basado en el magnate de la prensa William Randolph Hearst, así como en el propio Orson Welles. Durante su estreno, Hearst prohibió mencionar la película en sus periódicos. La carrera de Kane en la industria editorial nace del idealismo y del servicio social, pero evoluciona gradualmente en una implacable búsqueda de poder. Narrada principalmente a través de flashbacks, la historia se cuenta a través de la investigación de un periodista que quiere conocer el significado de la última palabra que dijo el magnate antes de morir: Rosebud.


Sinopsis de la película
Charles Foster Kane (Orson Welles) es un magnate de la prensa enormemente rico que ha estado viviendo solo en Florida en su suntuosa finca Xanadu durante los últimos años de su vida. Muere en la cama pronunciando la palabra «Rosebud...» mientras una bola de nieve cae de sus manos y se hace añicos. La muerte de Kane es noticia en todo el mundo. El periodista Jerry Thompson (William Alland) investiga sobre la vida privada de Kane con el objetivo de descubrir el significado de su última palabra al morir. El periodista entrevista a los amigos y compañeros del magnate. Es así como se va desarrollando la historia a través de los recuerdos de los entrevistados. Thompson visita a la segunda mujer de Kane, Susan Alexander (Dorothy Comingore), ahora una alcohólica que tiene su propio club, pero que rechaza contarle nada. Thompson acude entonces al archivo privado de Walter Parks Thatcher (George Coulouris), un difunto banquero que fue el tutor de Kane durante su infancia y adolescencia. A través de las memorias de Thatcher, Thompson conoce la infancia de Kane. Thompson luego entrevista a Bernstein (Everett Sloane), el apoderado de Kane; a Jedediah Leland (Joseph Cotten), su mejor amigo; a Susan por segunda vez y a Raymond (Paul Stewart), su mayordomo.


Los flashbacks revelan que Kane pasa su niñez en la pobreza en Colorado hasta que se descubre la "tercera mina de oro más grande del mundo" en una propiedad aparentemente sin valor que su madre había adquirido. La madre de Kane (Agnes Moorehead) envía a su hijo a la costa este de Estados Unidos a vivir con Thatcher y ser educado allí. Después de obtener el control total de sus posesiones con 25 años, Kane entra en el negocio de la prensa a través de un periódico sensacionalista. Toma el control del periódico, el New York Inquirer, y contrata a los mejores periodistas. Su intento de alcanzar el poder se pone de manifiesto mediante su manipulación de la opinión pública hacia la Guerra hispano-estadounidense; su primer matrimonio con Emily Monroe Norton (Ruth Warrick), sobrina del presidente, y su campaña para gobernador del Estado de Nueva York.


El matrimonio de Kane se disuelve con los años y empieza una aventura amorosa con Susan Alexander. Su esposa y su rival en la política descubren la infidelidad, lo que da al traste con su matrimonio y su carrera política. Kane se casa con su amante y la obliga a ejercer como cantante de ópera, una carrera para la que ella no tiene talento ni ambición. Kane finalmente le permite abandonar su carrera como cantante después de que ella intentase suicidarse. Después de un periodo de aburrimiento y aislamiento en Xanadu, Susan decide dejar a su marido.


Kane pasa sus últimos años construyendo su vasta finca, en la que vive solo con el personal. El mayordomo cuenta que Kane había dicho «Rosebud» después de que Susan le dejase, justo después de ver una bola de nieve.


De vuelta al presente, en Xanadu, el gran número de pertenencias y posesiones de Kane está siendo catalogado, desde carísimas obras de arte hasta muebles sin valor. Es entonces cuando Thompson admite que es incapaz de resolver el misterio y concluye que Rosebud será siempre un enigma. Especula diciendo: «El señor Kane fue un hombre que tuvo todo cuanto quiso, y que lo perdió. Tal vez Rosebud fue algo que no pudo conseguir o algo que perdió». Al final de la película, se revela al espectador que Rosebud es el nombre del trineo que Kane tuvo cuando era un niño; una referencia a la única época de su vida en la que fue realmente feliz. El trineo, junto con los trastos de la casa, es quemado y destrozado en un horno del sótano por el personal que abandona ya Xanadu.


Personajes principales:

  • Charles Foster Kane (Orson Welles): el personaje que da título al filme, un acaudalado y megalómano magnate de la prensa en torno al cual gira la película. Buddy Swan interpretó al joven Kane.


  • Bernstein (Everett Sloane): amigo de Kane y empleado que permanece fiel a él hasta el final. Según RKO Pictures, Sloane cobró 2400 $ por afeitarse la cabeza.


  • Jim W. Gettys (Ray Collins): rival en la política de Kane y actual gobernador de Nueva York. Kane es el favorito en la campaña hasta que Gettys revela la relación de este con Susan Alexander, lo que le lleva a la derrota.
  • Susan Alexander Kane (Dorothy Comingore): la amante de Kane, que más tarde será su segunda mujer.


  • Jedediah Leland (Joseph Cotten): mejor amigo de Kane y el primer periodista en el periódico de Kane. Leland continúa trabajando para Kane conforme su imperio crece, aunque con los años se distancian. Kane despide a Leland después de que él escribiera una mala crítica del debut operístico de Susan Alexander.


  • Emily Monroe Norton Kane (Ruth Warrick): primera mujer de Kane y sobrina del presidente de Estados Unidos. Deja a su marido después de descubrir su aventura con Susan Alexander. Fallece en un accidente de coche con su único hijo unos pocos años después de la separación.




martes, 4 de marzo de 2014

Historia de la Prensa

Historia de la Prensa



Historia: Los antecedentes de la prensa escrita se remontan al Imperio Romano. El primer producto periodístico fue una hoja de noticias que circulaba por la antigua Roma, llamada Acta diurna. Se publicó semanalmente desde el año 59 a.C. e informaba sobre hechos políticos y sociales. Otras publicaciones romanas que también se podrían considerar como precedentes del periodismo son la Acta Senatus y los Annales maximi.


Siglos más tarde, hacia el año 713, existió en China una publicación del gobierno imperial a la que llamaron Noticias mezcladas. Mientras, en la Europa medieval, surgieron los avisos, páginas escritas a mano que se colgaban en lugares públicos. Ya en el siglo XIII, se creó en Inglaterra la Nouvelle manuscrite para la difusión de noticias.
La Tipografia: La llegada de la tipografía de Johannes Gutenberg, en el siglo XV, supuso una gran revolución para la publicación de material escrito. Pronto, empezaron a aparecer hojas con información sobre puertos, eventos políticos, sucesos... El primer periódico impreso fue Nurenberg Zeitung, y se publicó en Alemania en 1457.
Poco a poco, estas publicaciones fueron adquiriendo una periodicidad determinada, bien diaria, semanal, y en el siglo XVII, se extendieron por toda Europa y América los periódicos publicados regularmente. Entre otros, en 1615, nació el Frankfurter Journal, de Alemania; en 1622, el periódico inglés Weekly News; en 1640, la Gazzeta Publica, de Italia; en 1641, la Gaceta semanalde Barcelona, y en 1661, La Gaceta, de Madrid... Anterior a este último es el Post-och Inrikes Tidningar, de Suecia, el periódico más antiguio del mundo que aún hoy continúa editándose, y que fue publicado por primera vez en 1645.
En el siglo XIX, se inventaron y perfeccionaron la prensa de vapor (utilizada por primera vez por el diario The Times, la fotografía, el telégrafo y, en especial, la rotativa y la linotipia. De esta manera, se pudo automatizar la impresión, ganando en velocidad. Los avances técnicos y el aumento de la alfabetización condujeron a una demanda creciente de periódicos, poniendo en circulación millones de ejemplares a diario.
Paulatinamente, los países occidentales fueron regulando la prensa e instaurando leyes en las que se reconocía la libertad de expresión. Asimismo, organizaron su estructura informativa en torno a agencias estatales de noticias, que pasaron a ser los mediadores entre los gobiernos y los periódicos.

Prensa

Fue en el siglo XIX cuando nació el periodismo tal y como hoy se conoce y cuando los periodistas adquirieron categoría de profesionales. Asimismo, la publicidad supuso un antes y un después en las publicaciones periódicas. Muchos diarios redujeron su precio y pasaron a financiarse mediante la entrada de anuncios, llegando así a un número mucho mayor de lectores. La información se convertía en mass media y, poco a poco, aparecieron las primeras industrias o grandes grupos del mundo de la prensa: Bennet, Pulitzer, Hearst...
De esta manera, los periódicos llegaron a ser instrumentos de gran influencia y poder. Durante las guerras mundiales, por ejemplo, los periodistas colaboraron con los diferentes ejércitos, sirviendo de máquina de propaganda e inventando informaciones para mantener ilusionados a los combatientes y a la sociedad civil.
Tras la II Guerra Mundial, se desarrolló la teoría de la responsabilidad social de los medios y surgieron periódicos de élite de información general que impulsaron el análisis de los hechos y la documentación exhaustiva. The Times fue el modelo de este periodismo que se extendió también a otros medios.
A lo largo del siglo XX, la prensa escrita ha tenido que competir con otros formatos para divulgar información: la radio, la televisión y las nuevas tecnologías. Se han escuchado voces acerca de la desaparición de los diarios tradicionales, aunque, de momento, miles de diarios publican sus ediciones cada mañana. No obstante, las publicaciones periódicas (diarios, semanales...) se han adaptado a los nuevos tiempos y cuentan con sus respectivos webs en Internet.